Terminan las vacaciones, empiezan las clases, cambia la rutina familiar.

Grandes y chicos tienen sentimientos encontrados. Estrés, miedos, alegría por reencontrarse con amigos, inseguridad por separarse, resistencia a entrar.

Es bueno conversar del colegio en los días previos.

  • Alentarlo.
  • Preparar la mochila y las cosas que va a usar; es importante involucrarlos en el armado de la misma, esto les dará mayor seguridad
  • Leer cuentos o historias de diferentes personajes que van a la escuela.
  • Modificar horarios, hábitos de sueño y alimentación que permitan integrar los de las clases.
  • Acompañar el primer día a la escuela reduce la desconfianza que produce lo desconocido.
  • Recorrer la escuela lo familiarizará con su nuevo entorno.
  • Regalar material escolar genera emoción. Sentirán felicidad de llevar algo nuevo.
  • Hacer comentarios positivos de la escuela.
  • Ver juntos fotos de su niñez.
  • Hablar de aspectos interesantes del tiempo de jugar.
  • Puede conocer más amigos.

Al dejar al niño en la escuela, darle un abrazo con alegría. Decirle: tú podés… te vas a divertir… te vengo a buscar. Despedirse tranquilo y con una sonrisa, le dará confianza y seguridad. Hacer una despedida breve.

Los primeros días a veces pueden generar miedos, inseguridades, ansiedades, enojos, es importante escucharlos y contenerlos desde el afecto.