Cada 10 de marzo se celebra en todo el país el “Día del Jardín de Infantes”.  La fecha recuerda que en el año 1892 fue fundado el Jardín de Infantes de Montevideo por la maestra Enriqueta Compte y Riqué, famosa por haber contribuido de forma decisiva a la enseñanza preescolar en todo el continente. En 2018, una resolución de la ANEP instauró la celebración del “Día del Jardín de Infantes” el 10 de marzo de cada año.

Se tomó el nombre de la fundadora de la primera institución pública de esas características en Latinoamérica: Maestra  Enriqueta Compte y Riqué.
Nacida en España (Barcelona, 31 de diciembre de 1866 – Montevideo, 18 de octubre de 1949)- fundadora del primer jardín de infantes de Sudamérica en 1892  y  famosa por haber contribuido de forma decisiva a la enseñanza preescolar en el Uruguay y Latinoamérica.

Con métodos psicológicos y pedagógicos, su trabajo se inclinó a estudiar a los niños, respetando su individualidad y capacidad personal de aprendizaje.

Su gran principio moral como educadora se puso de manifiesto cuando expresó: “Cada vez que se abre mi escuela dos ansias llevo dentro, segura de ser feliz si las veo satisfechas: una es la de probar algo nuevo, otra la de buscar corregir los defectos descubiertos el día anterior”.

Su legado perdura en el tiempo y es nuestra más alta responsabilidad, dignificar cada día el valor que merece la educación de la Primera Infancia y re-visitar los fundamentos teóricos que la enmarcan, para ir habilitando nuevos espacios de acuerdos y acciones conjuntas por parte de todos los diversos actores institucionales, que nos dedicamos y ocupamos del cuidado, atención y educación de este tramo etario.

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Considerar a la educación inicial en sí misma, con identidad propia , ha posibilitado reconocer a los niños  como sujetos de derechos que merecen ser atendidos, cuidados y educados en ambientes enriquecidos afectiva y culturalmente, que los estimule a transitar procesos de aprendizajes potentes, mediados por una intervención institucional, oportuna y estratégica que alinee las necesidades y posibilidades de cada niño y sus contextos, a los efectos de garantizar procesos de aprendizajes inclusivos, continuos, protegidos y en condiciones dignas.

Valorar y re significar el proceso de construcción y reconstrucción de vínculos con las familias como legítimas educadoras de sus hijos y pilar fundamental en la coeducación de los mismos. Cada día es un desafío y una oportunidad para descubrir nuevas estrategias de accionar conjunto para realmente garantizar a cada niño su derecho a educarse.

“Cada vez que se abre mi escuela dos ansias llevo dentro, segura de ser feliz si las veo satisfechas: una es la de probar algo nuevo, otra la de buscar corregir los defectos descubiertos el día anterior”.  Enriqueta Compte y Riqué.

Fuente: ANEP